SISTEMA EDUCATIVO, CREATIVIDAD Y TALENTO
Todos servimos para algo
Estoy convencida que gran parte de nuestras posibles respuestas
está determinada por la cultura
de consumo, los modelos que proponen como deseables a la abundancia
económica y material, y el énfasis (que llega a ser obsesivo) en la
productividad y la eficiencia. Todo esto se refleja en los programas escolares, en la misma matrícula y
programas de estudios que ofrecen las instituciones educativas. En ocasiones ya
no se trata de impartir conocimiento, y mucho menos de impulsar una formación
total del ser humano, sino que el sistema completo se formula de acuerdo a
cierto modelo económico donde lo humano cuenta muy poco: Lo importante es la
productividad y las demandas del mercado.
¿Qué harías tú? Seguramente optarás
por: ¡Lo pondré de inmediato a tomar
clases particulares con un profesor de matemáticas!
Pero Ken Robinson diría: Necio,
ponlo de inmediato a tomar clases particulares con un profesor de dibujo.
Desarrolla su talento.
1-
¿Y Quién
es Ken Robinson?
Educador reconocido a nivel mundial. Nació en Liverpool en
una familia de clase trabajadora con siete hermanos. Contrajo poliomielitis a
la edad de 4 años, el apoyo de sus padres fue decisivo para que pudiera
completar su educación y luchar contra su discapacidad.
En 1998, el Ministro de Educación y Empleo británico, lo
puso al frente del comité consultivo nacional sobre educación creativa y cultura.
Comité que, realizó la mayor investigación nacional sobre la importancia de la
creatividad en la educación del Reino Unido. Fruto del trabajo en dicho comité,
se publicó el llamado Informe Robinson cuyo título formal, traducido,
es: Todos nuestros futuros: creatividad, cultura y educación. El informe
tuvo un gran impacto por ello fue nombrado caballero (Sir) en junio de 2003. Ha
trabajado para otros gobiernos (Hong Kong, Singapur y la Comisión Europea).
Actualmente es profesor emérito de la Universidad de Warwick y se dedica a dar conferencias por todos los
continentes.
2-
¿Cuál es
su pensamiento?
A. Paradigma del sistema educativo
Los tiempos están
cambiando y lo hacen cada vez más rápido, y lo que antes funcionaba está
dejando de hacerlo. El sistema educativo está basado en
un modelo anacrónico nacido en la revolución industrial de principios del siglo
pasado. En él se educa a los niños despojándoles de su creatividad, haciéndoles
creer que sólo existe una respuesta válida que es la que sabe el profesor.
Cualquier otra respuesta es ridiculizada, lo que nos termina convirtiendo en
adultos aterrorizados ante la posibilidad de cometer errores. Sin errores no
hay aprendizaje. Sin errores no hay ideas nuevas.
Vivimos en un mundo donde tener
conocimientos, y sobre todo, tener algún tipo de certificado que
diga que los tenemos, es fundamental. Gran parte de nuestra vida está dictada
por nuestro currículum, y éste a su vez, por nuestra eficacia en la escuela. Sin embargo la importancia concedida a la
educación formal no se debe tanto a la apreciación del conocimiento por sí
mismo, sino más bien a que nuestra
sociedad está orientada a la eficiencia, la competitividad, la
productividad y a la ganancia.
No deja de ser una muestra de
nuestro paradigma social y educativo que, dada la elección entre hacer
lo que nos gusta y lo que nos daría más dinero, por lo general la segunda
opción lleve las de ganar. También nos va adoctrinando para pensar todos de la misma manera,
nos lleva a un desconocimiento propio de los seres individuales que somos, nos
invita a pensar de manera lineal.
B. Las escuelas matan la creatividad
Todos nacemos con extraordinarias capacidades de imaginación
e intuición. En la mayoría de los casos solo
utilizamos una fracción de estas facultades y, a veces, ninguna. Al crecer,
vamos olvidándolas para ser iguales que los demás. Sin embargo, siguen estando
dentro de nosotros. Conforme vamos creciendo la sociedad nos enseña a sentir miedo al fracaso. Los niños toman riesgos porque no tienen miedo a
equivocarse. Estar equivocado -nos dice Robinson- no necesariamente significa
ser creativo, sin embargo, si no estamos dispuestos a equivocarnos nunca
haremos nada trascendental en nuestras vidas.C. Descubrir tu pasión lo cambia todo
“Cuando nos apasiona
lo que hacemos y además tenemos la preparación adecuada para hacerlo bien,
estamos en nuestro “elemento”, un estado maravilloso en el que trabajamos sin
cansancio y con gran creatividad”. El lugar donde hacemos aquello que
realmente queremos hacer y donde somos quienes siempre hemos querido ser”.
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