lunes, 26 de marzo de 2012

TODOS SERVIMOS PARA ALGO


SISTEMA EDUCATIVO, CREATIVIDAD Y TALENTO
Todos servimos para algo

 Es muy  importante que como padres y educadores reflexionemos juntos: ¿cómo queremos educar? ¿Cómo queremos que sea la educación de nuestros hijos?  porque son muchas las horas que pasan en los centros educativos, escuelas, colegios e institutos. ¿El sistema educativo actual ayuda a nuestros hijos? ¿Les ayuda a conseguir un futuro seguro? ¿Qué es lo valioso, lo útil en nuestra sociedad? ¿Cuál es la imagen del éxito que está en nuestro propio pensamiento? ¿Cómo calificamos tanto nosotros, cómo la sociedad a las personas: por su ocupación, por su posición social, por su poder, por su prestigio, etc.?

Estoy convencida que gran parte de nuestras posibles respuestas está determinada por la cultura de consumo, los modelos que proponen como deseables a la abundancia económica y material, y el énfasis (que llega a ser obsesivo) en la productividad y la eficiencia. Todo esto se refleja en los programas escolares, en la misma matrícula y programas de estudios que ofrecen las instituciones educativas. En ocasiones ya no se trata de impartir conocimiento, y mucho menos de impulsar una formación total del ser humano, sino que el sistema completo se formula de acuerdo a cierto modelo económico donde lo humano cuenta muy poco: Lo importante es la productividad y las demandas del mercado.

Maestro, tengo un problema con mi hijo: me trajo las notas del colegio, una alta calificación en dibujo y una pésima calificación en matemáticas.

¿Qué harías tú? Seguramente optarás por: ¡Lo pondré de inmediato a tomar clases particulares con un profesor de matemáticas!

Pero Ken Robinson diría: Necio, ponlo de inmediato a tomar clases particulares con un profesor de dibujo. Desarrolla su talento.

1-      ¿Y Quién es Ken Robinson?

Educador reconocido a nivel mundial. Nació en Liverpool en una familia de clase trabajadora con siete hermanos. Contrajo poliomielitis a la edad de 4 años, el apoyo de sus padres fue decisivo para que pudiera completar su educación y luchar contra su discapacidad.

En 1998, el Ministro de Educación y Empleo británico, lo puso al frente del comité consultivo nacional sobre educación creativa y cultura. Comité que, realizó la mayor investigación nacional sobre la importancia de la creatividad en la educación del Reino Unido. Fruto del trabajo en dicho comité, se publicó el llamado Informe Robinson cuyo título formal, traducido, es: Todos nuestros futuros: creatividad, cultura y educación. El informe tuvo un gran impacto por ello fue nombrado caballero (Sir) en junio de 2003. Ha trabajado para otros gobiernos (Hong Kong, Singapur y la Comisión Europea). Actualmente es profesor emérito de la Universidad de Warwick  y se dedica a dar conferencias por todos los continentes.

2-      ¿Cuál es su pensamiento?

A.     Paradigma del sistema educativo

Los tiempos están cambiando y lo hacen cada vez más rápido, y lo que antes funcionaba está dejando de hacerlo. El sistema educativo está basado en un modelo anacrónico nacido en la revolución industrial de principios del siglo pasado. En él se educa a los niños despojándoles de su creatividad, haciéndoles creer que sólo existe una respuesta válida que es la que sabe el profesor. Cualquier otra respuesta es ridiculizada, lo que nos termina convirtiendo en adultos aterrorizados ante la posibilidad de cometer errores. Sin errores no hay aprendizaje. Sin errores no hay ideas nuevas.

 Vivimos en un mundo donde tener conocimientos, y sobre todo, tener algún tipo de certificado que diga que los tenemos, es fundamental. Gran parte de nuestra vida está dictada por nuestro currículum, y éste a su vez, por nuestra eficacia en la escuela. Sin embargo la importancia concedida a la educación formal no se debe tanto a la apreciación del conocimiento por sí mismo, sino más bien a que nuestra sociedad está orientada a la eficiencia, la competitividad, la productividad y a la ganancia.

No deja de ser una muestra de nuestro paradigma social y educativo que, dada la elección entre hacer lo que nos gusta y lo que nos daría más dinero, por lo general la segunda opción lleve las de ganar. También nos va adoctrinando para pensar todos de la misma manera, nos lleva a un desconocimiento propio de los seres individuales que somos, nos invita a pensar de manera lineal.



B.     Las escuelas matan la creatividad
Todos nacemos con extraordinarias capacidades de imaginación e intuición. En la mayoría de los casos solo utilizamos una fracción de estas facultades y, a veces, ninguna. Al crecer, vamos olvidándolas para ser iguales que los demás. Sin embargo, siguen estando dentro de nosotros. Conforme vamos creciendo la sociedad  nos enseña a sentir miedo al fracaso. Los niños toman riesgos porque no tienen miedo a equivocarse. Estar equivocado -nos dice Robinson- no necesariamente significa ser creativo, sin embargo, si no estamos dispuestos a equivocarnos nunca haremos nada trascendental en nuestras vidas.



C.     Descubrir tu pasión lo cambia todo
Que cada uno haga de minero y descubra su talento, que a veces está en la superficie y a veces en las profundidades. “No está muerto sino dormido y hay que esperar a que se den las circunstancias adecuadas en el entorno para que brote”. En ocasiones, la propia sociedad frena su desarrollo, ya que a veces se dan por sentadas muchas formas de actuar al plantear una vida lineal, cuando debe ser activa.

 “Cuando nos apasiona lo que hacemos y además tenemos la  preparación adecuada para hacerlo bien, estamos en nuestro “elemento”, un estado maravilloso en el que trabajamos sin cansancio y con gran creatividad”. El lugar donde hacemos aquello que realmente queremos hacer y donde somos quienes siempre hemos querido ser”.

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