¿QUÉ DIFICULTA EL ESTUDIO DE NUESTROS HIJOS?
5º PARTE
Se caracteriza por:
• Les cuesta mucho
concentrarse, les cuesta ponerse a estudiar: desde que se sientan hasta que
empiezan a estudiar pasa mucho tiempo. Están muy "a medio gas" y se
les va fácilmente la imaginación.
• Cualquier cosa que
acontece a su alrededor atrae la atención y pierden el tiempo.
• Su rendimiento neto
es escaso, si se entiende por tal el tiempo en general que se dedica a una
actividad menos el tiempo perdido por desconcentración.
Estrategias de intervención:
+ La mejora de la
concentración conlleva la mejora de la capacidad de aprender.
+ Como todas las
capacidades, el desarrollo de la concentración es consecuencia de la
ejercitación de la misma.
+ Eliminación de los
estímulos que puedan captar la atención de quien estudia: revistas,
fotografías, prendas, radio, televisión...
+ Darse un tiempo para
la realización de cada tarea o actividad y exigirse para tratar de realizarla
en el tiempo previsto.
+ Hay que empezar a
estudiar a una hora fija para conseguir un buen rendimiento cerebral. Si una
persona se acostumbra a hacer el esfuerzo de concentrarse todos los días a la
misma hora, al cabo de unos días la cabeza se concentra con más facilidad a esa
hora.
+ Como la concentración
supone un “calentamiento mental” puede ser conveniente que antes de ponernos a
estudiar dediquemos varios minutos –no más de cinco- a tachar letras que nos
hemos propuesto en una hoja de periódico, p.e. las “a” que encontremos o las
“o”, para después a continuación pasar a la actividad que tengamos prevista.
En la misma línea que
el punto anterior podemos trabajar mentalmente series de números y letras
combinándolas, p.e. sea la serie 1 2 3 4 A . Se trata de ir corriendo la letra
A hasta la izquierda, así:
1 2 3 A 4 / 1 2 A 3 4 /
1 A 2 3 4 / A 1 2 3 4.
Estas series se pueden complicar interviniendo más letras o números.
+ Tener claras las
metas. No cabe duda que cuando algo queremos de verdad y lo proponemos como
meta a conseguir, movilizamos todos los recursos que tenemos para tratar de
alcanzar esa meta. En la medida que tengamos más claras nuestras metas en el
estudio, más concentración tendremos para conseguirla.
+ Intercalar descansos para
recuperar la concentración. Esos tiempos de descanso pueden ser por cada hora u
hora y media de estudio, unos minutos de descanso –entre cinco y diez-.
+ Para sujetar la
imaginación lo que podemos hacer es utilizarla en el estudio: en vez de hacer
el esfuerzo de cambiar de pensamientos y empezar de nuevo cada vez que se nos
va, hay que poner la imaginación en cada tema de estudio. Si está con volcanes,
que se imagine cómo son, la lava que echan, etc. Eso ayuda también a que se
grabe mejor las lecciones.
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