miércoles, 23 de mayo de 2012

EL DÍA DEL EXAMEN


No llegues al examen con prisas y de forma atropellada, sólo  te ayudará a ponerte más nervioso y desconcentrarte. No caigas en las típicas conversaciones de pasillo “dicen que va a caer esto…..” “siempre pregunta el esquema de….” etc.

Cuando comienza la prueba, lo primero que se debe hacer es leer atentamente las preguntas y prestar atención a las instrucciones del profesor.

Es preferible empezar a responder por aquellas preguntas que dominas (siempre que las instrucciones no digan otra cosa), dejarlas resueltas ayuda a aumentar nuestra confianza. Después aborda las que sepas regular dejando para el último momento las que te resulten más complicadas.

En las respuestas conviene ser preciso, destacando las ideas principales y dando los detalles necesarios: demuestra que controlas la materia. Evita dejar preguntas en blanco (para muchos profesores es motivo para suspender) siempre podrás decir algo, algún dato general, epígrafe, pero lo que nuca debes hacer es inventar o decir tonterías.

Controla el tiempo del que dispones durante todo el examen. Distribuye el tiempo entre todas las preguntas. Reserva siempre unos 5-10 minutos para repasar el examen antes de entregarlo (corregir datos erróneos, faltas ortografía, etc.)

No cometas faltas de ortografía, si dudas cómo se escribe una palabra, usa un sinónimo.

Otro aspecto: la presentación: letra clara, fácil de leer, márgenes verticales, horizontales amplios, párrafos cortos, evita tachones.

El esfuerzo planificado es garantía de éxito por difícil que pueda ser la materia.






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