Es común hablar de dos tipos de estudio:
Estudio concentrado: se estudia la lección en muy pocos días
pero muchas horas cada día, hasta que se domina.
Estudio fraccionado: se va estudiando poco a poco, pero con
mucha frecuencia. Todos los días se dedica un rato a la asignatura.
Está más que comprobando que el segundo
método de estudio es más eficiente ya que permite asimilar mejor los
conceptos y se mantienen en la memoria durante mucho más tiempo.
Y de la misma manera, muy relacionado con el
punto anterior podemos hablar de dos tipos de memoria:
Memorización global: se aborda la lección en su conjunto (se
lee toda lección; se intenta memorizar toda ella entera; se vuelve a leer toda
la lección; nuevamente se intenta repetir la lección entera, y así
sucesivamente).
Memorización por partes: la lección se divide en partes (por
ejemplo en epígrafes) y tras una lectura inicial global se comienza a estudiar
epígrafe por epígrafe (hasta que no se domina uno no se pasa al siguiente). Una
vez que se dominan todos los epígrafes individualmente se intenta abordar la
lección en su conjunto.
Elegir un método u otro dependerá de cada estudiante
(algunos se sentirán más cómodo con una memorización global y otros con una
memorización por partes) pero normalmente funciona mejor el segundo método
de estudio.
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