Hay rasgos personales que ayudan a
ser un buen profesor:
-Buena inteligencia emocional
-Motiva a sus alumnos
-Tiene habilidades sociales
-Hace que entiendan el concepto no
solo lo aprenden y sepan aplicarlo
-Ser una persona equilibrada, con capacidad de empatía
-Destaca por su actitud dialogante
-Posee sensibilidad humana para captar lo que le puede pasar a cada
alumno
-Ser un buen profesional
Hay que ser capaz de transmitir
valores, tener una necesaria pedagogía de la calma que implica la escucha,
dotes de comunicación, ser una persona simpática (un profesor que no sonría no
es bueno), y que tenga autoridad, una característica moral que se gana día a
día.
Pero sobre todo, por encima de
todo, querer y amar al alumno.
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