sábado, 15 de diciembre de 2012

¿QUE SIGNIFICA SUSPENDER?

Determinadas asignaturas, principalmente de ciencias, son temidas por los alumnos en Enseñanza Secundaria Obligatoria y en Bachillerato, sobre todo por los elevados índices de suspensos que a menudo poseen. La amenaza del suspenso es una de las causas del abandono de ciertas materias (cuando se puede elegir entre varias opciones), y de ciertas especialidades académicas. Se siegan en sus inicios muchas vocaciones académicas, porque el alumno cree que no sirve para aquella materia concreta. Además, no es nada nuevo que, si se puede elegir, el alumnado opte por la materia más fácil de aprobar. Pero ¿qué significa suspender una asignatura?.
Un suspenso es, como toda calificación académica, una información. Se trata de que el alumno sepa que no ha llegado al mínimo exigido en una asignatura. Y el mínimo, en general, lo imponen los temarios que el profesor adapta a las necesidades de su grupo-clase
Por otra parte, el alumno debería ir teniendo claro, sobre todo a partir de cierta edad, digamos en la Enseñanza Secundaria, que la responsabilidad académica es fundamentalmente suya. Los profesores y las familias le deberán ayudar a superar las dificultades que surjan en su proceso de aprendizaje, aunque deberían tener como principal objetivo el buscar la autonomía del alumno y la asunción de sus responsabilidades. En una corresponsabilidad bien entendida todos, alumnos, padres y profesores, saldrán ganando. Disfrutará así el alumno de sus éxitos académicos y sufrirá con sus fracasos, en una réplica a escala de los procesos en los que se encontrará en la vida.

Ante el suspenso, los buenos docentes –que los hay, y muchos– suelen poner en marcha mecanismos de recuperación con los que los alumnos llegan a los mínimos exigidos en su asignatura. Pueden esforzarse en repasar y volver a explicar lo expuesto de nuevo, buscando alternativas expositivas más o menos originales. Y, esto es esencial, tras el proceso de recuperación, es el alumno el que llega con su esfuerzo, su constancia y el apoyo del docente –y muy a menudo de su familia– a superar por sí mismo el reto de aprobar la asignatura

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