Entre hoy y
el próximo lunes dará comienzo un nuevo curso escolar: familias, estudiantes y
educadores son los protagonistas de nuevos retos e ilusiones y a la vez los padres y profesores son los responsables
de saber educar en un mundo cada vez más competitivo, egoísta, injusto e
insolidario.
El cambio que necesitamos, en la
educación y en múltiples ámbitos del desarrollo de las sociedades modernas,
parte de cada uno de nosotros y pasa por la libertad y el respeto. Por ello padres
y educadores hemos de tener grandes expectativas sobre nuestros hijos y alumnos. Pero también hemos de ser
realistas, lo que implica conocerlos de maravilla, tratarlos personalmente, perder horas con ellos, cuidar el tono de la
voz y la mirada, tener empatía, ser acogedores pero a la vez no permisivos,
ayudarles a conocer a activar sus fortalezas y aniquilar sus miserias.
Los padres y educadores debemos
separar el ser del hacer, no podemos olvidar que el valor más importante de
nuestros hijos y alumnos es el de ser persona y ello supondrá horas y
horas de trabajo, mucha dedicación, pero
sobre todo un cambio en nosotros mismos y una alerta continúa al diálogo, a la
toma de decisiones conjuntas y sobre todo la práctica de la verdad. ¿Que ejemplo la daremos a nuestros hijos y
alumnos si hacemos uso de la mentira como forma de relación entre nosotros, los
que nos decimos llamar adultos…?
Educar personas es ser un experto en humanidad.
"Sólo
educadores autoritarios niegan la
solidaridad entre el acto de educar y el acto
de ser educado por los educando"
Paulo Freire
solidaridad entre el acto de educar y el acto
de ser educado por los educando"
Paulo Freire
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