No hace falta
consultar el informe PISA para
darse cuenta de que nuestros alumnos no son los mejores en lo que respecta a
las matemáticas. Basta con pasarse por un colegio cualquiera y ver cómo se está
enseñando esta materia fundamental para ver que algo está fallando.
En nuestro país
los niños aprenden de memoria las tablas de multiplicar, pero eso no significa
que aprendan a multiplicar. Sencillamente, la mayoría no tiene ni idea de qué
está haciendo. Memorizan, pero no piensan. Y así no se aprende nada
útil.
Este grandísimo
error en la enseñanza de las matemáticas –que puede aplicarse al conjunto de la
materia y a muchas otras disciplinas– ha sido advertido por cientos de
profesores, pero si hay alguien en nuestro país que se ha volcado de verdad en
su denuncia ese es José Antonio Fernández Bravo, decano de la Facultad
de Ciencias Sociales y de la Educación de la Universidad Camilo José Cela.
Fernández Bravo
es tremendamente crítico con nuestro sistema educativo y asegura que, si
no espabilamos, el fracaso escolar será “abismal”. Y es en la enseñanza de
matemáticas, que según el profesor se está dando mal en el 97% de los
colegios, donde se concentran todos nuestros vicios.
Una herramienta
para generar pensamiento
Tal como ha
explicado Fernández Bravo el gran error que cometemos al enseñar matemáticas es
confundir causa con consecuencia: enseñamos la resolución de
los problemas antes de enseñar a entenderlos.
Sabemos
perfectamente cómo enseñar mejor, pero no estamos cambiando el método
pedagógico por muchas razones, que convendría analizar
“Si yo digo que
tengo tres cajas y en cada caja hay 12 botellas evidentemente tengo una
relación constante y entiendo que tres veces doce es lo que resuelve el
problema”, explica Fernández Bravo. “El problema ya está resuelto, lo que no
está es calculado. Para calcular yo necesito después responder a una serie de
mecanismos de cálculo algorítmico que me permite obtener el 'cuánto'. ¿Sabes
cuál es el problema en este país? Damos mucha importancia al cuántos y muy poco
al ‘cuálos’. Pero el ‘cuálos’ es lo que genera pensamiento”.
“No necesitamos memorizar las tablas”, asegura el decano con rotundidad. “Te
puedes aprender la tabla del dos como doble de la del uno, no hay ningún
problema. La tabla del siete empieza en el 7x7, no empieza en el 7x1, si es que
existe esto de la tabla, porque el 7x1 y el 7x2 son por propiedad conmutativa
anteriores al 2x7 y 1x7. ¿Para qué se estudia la propiedad conmutativa después
si la necesitamos antes?”.
El profesor
insiste en que sabemos perfectamente cómo enseñar mejor, pero no estamos
cambiando el método pedagógico por varias razones.
En la segunda parte hablaremos de nuevas recomendaciones
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