viernes, 2 de agosto de 2013

PONER EN SU SITIO A LOS NIÑOS PARA EVITAR QUE SE CONVIERTAN EN TIRANOS


La ausencia de criterios educativos en los padres están creando una nueva figura, los "pequeños tiranos", hijos únicos en la mayoría de los casos, que imponen su propia ley en casa.

Comenzó a observarse hace ya una década en las consultas infantiles: la aparición de estos diminutos déspotas –casi siempre chicos,– que dan órdenes a los padres, organizan la vida familiar y chantajean a todo aquel que intenta frenarlos, Su comportamiento, más allá de la simple pataleta, hace temer una adolescencia conflictiva y quizá contribuya a aumentar un problema social ya serio: la violencia juvenil.

¿Qué hay en la raíz de esta conducta impensable hace un cuarto de siglo? la falta de criterios educativos y no saber decir ¡no!  

Para los especialistas, la mejor prevención consiste en fijar desde el primer momento los límites al niño; establecer lo que se puede hacer, lo permitido.

Las normas deben ser claras y como están acostumbrados a conseguir todo lo que quieren, con una especie de coerción, los niños acaban por no soportar la frustración, pero la frustración es fundamental para la educación, porque hay que experimentarla para ser conscientes de que no se puede hacer todo.

El egocentrismo que se les fomenta, al ser el centro de las miradas en las familias y también de la sociedad de consumo, les lleva a no aceptar que los demás –padres, hermanos, compañeros, etc.– existen y tienen sus derechos.

Cuanto más tiempo se arrastre esta situación, el remedio será más lento “Es fundamental la solidaridad entre el padre y la madre. El niño tirano es malo y sabe dividir a los padres para reinar. Los padres deben aprender a ser padres.

 

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