domingo, 25 de agosto de 2013

ESTUDIO ACTIVO


Recuperar el hábito de estudiar después de las vacaciones no resulta nada fácil. Incluso los estudiantes más aplicados se las ven y se las desean para encontrar la motivación necesaria para ponerse delante de los libros de cara a aprobar el nuevo curso. Aparte de esto, otro de los hechos que suelen desmotivar a los estudiantes es estudiar de una forma completamente pasiva, sentados delante del libro y memorizando sus contenidos, luchando por mantener una concentración que cada vez logran con mayor dificultad.

Una de las formas de evitar esto es estudiar de un modo más activo y una de las actividades que más nos van a ayudar es escribir. Esto no significa que tengamos que copiarnos la materia en un cuaderno, sino que podemos utilizar diferentes recursos que nos permitan concentrarnos con mayor facilidad.

Mientras estudiamos, podemos realizar mapas conceptuales. En estos mapas recogeremos las ideas principales y secundarias que queramos recordar del texto, con la ventaja de que podemos utilizar colores, flechas, y distribuir las ideas en el papel del modo que más nos ayude a recordarlas.

Si somos más tradicionales, podemos utilizar el esquema. Cuidaremos bien de distribuir las ideas en orden de importancia, de forma que sea un recurso que podamos utilizar mientras repasemos. Lo ideal es que con un golpe de vista identifiquemos el contenido del tema. Además, al realizar el esquema tenemos que leer y sintetizar la materia, lo que nos va a ayudar a fijarla con mayor facilidad.

 


viernes, 2 de agosto de 2013

PONER EN SU SITIO A LOS NIÑOS PARA EVITAR QUE SE CONVIERTAN EN TIRANOS


La ausencia de criterios educativos en los padres están creando una nueva figura, los "pequeños tiranos", hijos únicos en la mayoría de los casos, que imponen su propia ley en casa.

Comenzó a observarse hace ya una década en las consultas infantiles: la aparición de estos diminutos déspotas –casi siempre chicos,– que dan órdenes a los padres, organizan la vida familiar y chantajean a todo aquel que intenta frenarlos, Su comportamiento, más allá de la simple pataleta, hace temer una adolescencia conflictiva y quizá contribuya a aumentar un problema social ya serio: la violencia juvenil.

¿Qué hay en la raíz de esta conducta impensable hace un cuarto de siglo? la falta de criterios educativos y no saber decir ¡no!  

Para los especialistas, la mejor prevención consiste en fijar desde el primer momento los límites al niño; establecer lo que se puede hacer, lo permitido.

Las normas deben ser claras y como están acostumbrados a conseguir todo lo que quieren, con una especie de coerción, los niños acaban por no soportar la frustración, pero la frustración es fundamental para la educación, porque hay que experimentarla para ser conscientes de que no se puede hacer todo.

El egocentrismo que se les fomenta, al ser el centro de las miradas en las familias y también de la sociedad de consumo, les lleva a no aceptar que los demás –padres, hermanos, compañeros, etc.– existen y tienen sus derechos.

Cuanto más tiempo se arrastre esta situación, el remedio será más lento “Es fundamental la solidaridad entre el padre y la madre. El niño tirano es malo y sabe dividir a los padres para reinar. Los padres deben aprender a ser padres.