miércoles, 4 de julio de 2012

MOTIVOS PARA ESTUDIAR, TAMBIÉN EN VERANO


Los alumnos se preguntan con cierta frecuencia porqué y para qué estudiar y mucho más en la adolescencia, etapa en la que están inmersos en unos continuos cambios personales y sociales. Las motivaciones profundas pierden terreno a favor de otras menos importantes y fácilmente digeribles. El contexto siembra confusión y desánimo entre los más jóvenes ofreciendo modelos de vida adulta ligados al egoísmo, el consumismo y la vida fácil.

Un joven reflexionaba de esta forma: “lo que me suele pasar es que me propongo hacer algo y no lo cumplo, me cuesta ponerme a estudiar... Nunca he hecho un horario. A veces llego a pensar que el problema de lo que me pasa es que no tengo motivos para estudiar, es un aburrimiento, una rutina...” A todos mis alumnos les digo que encontrarán una motivación para el aprendizaje cuando descubran que existe relación entre ese aprendizaje y alguna necesidad personal.

Podemos hablar de varios tipos de motivación, una de las más importantes es la intrínseca o automotivación: los motivos proporcionan una satisfacción personal. Los motivos se asientan sobre la responsabilidad de nuestro deber como personas libres, y se orientan hacia el logro de nuestra propia mejora y la de los demás.

¿Te has preguntado a ti mismo habitualmente lo qué te mueve a estudiar? ¿Estudias para conseguir algo en forma de incentivos o por otro tipo de razones más personales o por necesidades interiores?

A muchos alumnos lo que les mueve a dar un gran paso, a hacer un esfuerzo es:

EL ÉXITO.-  no es malo, especialmente si tu éxito lo compartes con los que te rodean.
Las NOTAS.- valorar tu esfuerzo y analizar si tus resultados, tus notas, están acorde con tus circunstancias y tu capacidad.
-SER VALORADO.- A los adolescentes les importa “ser alguien” ante si  mismos y ante los demás. Sentirse aceptados, valorados y queridos.
- Los AMIGOS.- Estudiar  ayuda a hacer nuevos amigos y a que la amistad crezca.

A menudo hago reflexionar a mis alumnos con estas circunstancias:

*Hay personas que no pueden estudiar. Están en desventaja para integrarse en la sociedad. Este no es tu caso. Eres afortunado por vivir en una sociedad que te ofrece oportunidades educativas. No dejes pasar la oportunidad.
*La educación ayuda a las personas a forjar un pensamiento más crítico y autónomo, a crecer personalmente como seres sociales y competentes, a tener ideas propias y a adoptar un posicionamiento más claro y consecuente ante las diversas situaciones que tarde o temprano se plantean en la vida.
*Cuanto más desarrollado está un país más preparación necesita de sus ciudadanos. ¿Tenemos la obligación moral de participar con nuestro esfuerzo en el desarrollo de la sociedad a la que pertenecemos?
*Piensa en tu futuro para cuando llegue su día que te permita vivir de forma autónoma e independiente, y la satisfacción y el desarrollo personal que aporta la adquisición de conocimientos.

Las nuevas tecnologías amplían la posibilidad de aprender de forma entretenida, adaptándose a las posibilidades de cada uno. Utiliza esta posibilidad no sólo como entretenimiento, también para aprender.


Algunos trucos para tu automotivación:

Busca razones para estudiar (por ejemplo, una finalidad, para aprobar).
Busca las ventajas que te puede reportar el estudio
Relaciona el contenido de la signatura con algo que te guste
Intenta averiguar las causas si estás desganado
Proponte pequeñas metas cada día y comprueba si las has conseguido
Estudia de una forma activa: reflexiona, subraya lo importante, consulta en el diccionario.

Se trata de que “quieras estudiar” por ti mismo. Es una ocasión y un medio para desarrollar muchas capacidades personales y una oportunidad para ayudar a los demás.
El éxito personal motiva, pero el éxito es alcanzable sólo si se poseen los medios técnicos adecuados (manejar las técnicas de estudio, un lugar adecuado para el estudio, disponer de materiales). Muchas de las crisis en los estudios se producen porque falla el “como estudiar”.
Pero llegarás a situaciones donde tu motivación no sea suficiente. Entonces has de apelar a tu sentido del deber, a tu autoexigencia, para estudiar cuando no te apetece por las razones que sean. Refuerza tu voluntad.


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